Ventajas de las ruedas de goma para sillas de oficina

Poco a poco, las ruedas de goma para sillas de oficina se han ido imponiendo con respecto a las metálicas y a las patas sin ruedas gracias a sus múltiples ventajas. En este artículo hacemos un repaso a las principales y a algunos modelos que las llevan. Las ruedas de goma para sillas de oficina pueden marcar la diferencia, ya que con el paso del tiempo el suelo puede quedar con marcas que podemos evitar.

La principal razón para comprar una silla de oficina con este tipo de rueda es la facilidad de desplazamiento. En un ambiente de trabajo o de estudio, en el que a menudo es necesario realizar pequeños movimientos hacia la impresora o hacia estanterías cercanas, estos accesorios ahorran tiempo y esfuerzo en ello.

Pero la razón principal a la hora de elegir las ruedas de goma para sillas de oficina quizás sea la de proteger y cuidar el suelo, especialmente los de parqué o los más sensibles. Y es que este sistema no raya las superficies sobre las que se desliza, sin necesidad de recurrir a protectores aparte.

Otro aspecto a tener en cuenta es el menor ruido que generan: si bien ruedas de metal o de materiales muy duros pueden chirriar o producir ruido por los golpes de contacto con el suelo, en este caso se evita por su mayor capacidad de amortiguación.

Algunos modelos con ruedas de goma para sillas de oficina

Dentro del catálogo de Ofisillas existen numerosos modelos con ruedas de goma, como es el caso del modelo Visto, que es aún más silencioso por su asiento mullido y su respaldo de red. También es regulable en altura y cuenta con mecanismo basculante.

Las ventajas de las ruedas de goma para sillas de oficina

No es el único modelo de este tipo en el catálogo, pero lo interesante es que estas ruedas también se pueden comprar por separado. Se venden en lotes de 5 ruedas, puesto que la mayor parte de las sillas de oficina cuentan con una base de cinco brazos.

De hecho, otra de las grandes ventajas de estas ruedas de goma para sillas de oficina es que se pueden intercambiar, siempre que el tamaño sea similar. Las más habituales son las de cabeza de montura de 11 mm, y todas ellas, pese a ser de goma, están indicadas para suelos duros.

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